Los huesos de la sandía se quedaron en mi espalda justo cuando creía que nada me divertía, alguien tuvo la osadía de disparame a escondidas, ahora no tengo remedio solo reparar mi sueño, las semillas de sandía me hacen dormir inquieto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario